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Monederos electrónicos como impulsores de una sociedad sin efectivo

BPC Apr 24, 2018 2:32:00 PM

Aunque los monederos electrónicos existen desde hace tiempo, todavía vemos lanzamientos de nuevos monederos semanales, como el lanzamiento de Huawei Pay la semana pasada. Si lo analizamos más de cerca, es fácil ver que hay diferencias importantes entre los diversos monederos digitales y dichas diferencias proceden principalmente de requisitos regionales y diferencias en las expectativas de los consumidores.

En su origen, cada monedero parte de la misma proposición de valor principal: ofrecer pagos por móvil y digitalizar instrumentos de pago. No obstante, la implementación varía en gran medida, desde las aplicaciones de monedero que ofrecen esencialmente la versión digital de una tarjeta de plástico hasta aquellas que ofrecen pagos de circuito cerrado basados en la facturación de operadores o incluso en mecanismos de ingresos/retiradas mediante agentes que representan al operador del monedero. Además, dichos operadores son igual de diversos, desde los fabricantes de dispositivos a monederos que pertenecen a bancos, operadores de telefonía móvil (MNO). En cuanto a la tecnología, estos también se presentan en todas las formas y tamaños: toda la gama desde implementaciones basadas en USSD básicas a aplicaciones móviles sofisticadas que aprovechan las tecnologías principales más recientes que ofrecen los teléfonos inteligentes como NFC y biométrica.

Entonces, ¿por qué hay tantas diferencias?

No hay una única respuesta para esta pregunta. En los mercados emergentes todo gira en torno al empoderamiento de la gente poniendo a disposición servicios financieros para ellos. Los operadores de telefonía móvil desempeñan un papel clave en este proceso y también son con frecuencia los que operan el monedero. Al ofrecer soluciones asequibles, basadas en tecnología sencilla para asegurar que incluso los dispositivos móviles más básicos accederán, los operadores de telefonía móvil han tenido mucho éxito a la hora de integrar a grandes sectores de la población. Incluso hasta el punto en que los bancos han tenido que acelerar sus exigencias para proporcionar una alternativa viable a estas soluciones de los MNO. En Kenia, por ejemplo, el monedero M-Pesa ha tenido tanto éxito que los volúmenes de pagos procesados a través de esta solución de monedero (patentada) ha comenzado a suponer un riesgo sistémico para la economía. Con las soluciones existentes proporcionadas por los bancos que no ofrecen en absoluto una alternativa con el mismo índice de aceptación y beneficios para el usuario final, la comunidad bancaria keniana estableció un sistema de pagos en tiempo real totalmente nuevo en 2017 para permitir pagos P2P eficientes. Falta por ver si los consumidores estarán dispuestos a cambiar a esta nueva solución, pero esto demuestra claramente que los sistemas de pago de circuito cerrado por móvil están satisfaciendo una necesidad real.

En los mercados desarrollados hay una gran variedad de soluciones de monedero móviles y sus orígenes, de nuevo, presentan una gran diversidad. Los vendedores de dispositivos móviles importantes han lanzado sus propias soluciones, pero, hasta la fecha, con un éxito limitado. La mayoría de dichas soluciones proceden de la necesidad de pagos por móvil prácticos, sean pagos sin contacto, comercio móvil o pagos integrados en aplicaciones. En el mercado estadounidense Venmo es uno de los monederos móviles con mayor éxito y esto se debe en gran medida a la falta de cualquier opción de pago P2P (y a que las transferencias bancarias tardan varios días en ejecutarse). Con los pagos en tiempo real (y Zelle), ahora hay otras opciones de abordar esta demanda del consumidor, por lo que será interesante ver qué impacto tiene en el uso de Venmo.

La India es otro buen ejemplo de economía que tradicionalmente se basaba mucho en el efectivo (se pagaba a los trabajadores en efectivo, las compras en línea se basaban principalmente en el «pago contra reembolso») que ha dado el salto a los pagos por móvil. Es interesante tener en cuenta que uno de los impulsores clave era el empuje reglamentario para la desmonetización. El gobierno decidió retirar de circulación los billetes de 500 y 1000 RUP como herramienta proactiva para impulsar los pagos digitales y esta medida, combinada con la disponibilidad general de autenticación biométrica a través de Aadhaar, ha conseguido una adopción masiva de los monederos móviles.

Tanto si se trata de una solución de monedero móvil construida en torno al acceso a los pagos por móvil como si se centra en la inclusión financiera, sigue siendo cierto que los monederos electrónicos solo tienden a generar un uso sostenible una vez que van más allá de los pagos. Los monederos móviles pueden utilizarse para mucho más que pagar a amigos o familiares a través de pagos P2P o comprar productos en un comercio: son una plataforma segura y práctica para todas las necesidades de pago, tanto si son pagos de facturas de servicios o recargas telefónicas. La integración con fidelidad y cupones crea un incentivo adicional para utilizar monederos móviles como opción de pago preferida. El monedero WeChat es un buen ejemplo de un paquete completo que incluye pagos P2P, pagos a comercios a través de código QR, división de facturas, paquetes rojos para el Año Nuevo chino, pagos a entidades benéficas, pagos de servicios, recargas telefónicas e incluso gestión de patrimonio, todo ello parte nativa de la aplicación de monedero. Además, está perfectamente integrado con soluciones externas que permiten pedir un taxi, reservar un hotel, comprar billetes de tren, pedir un café en Starbucks o comprar productos a precios rebajados.

Con diferentes impulsores para diferentes regiones y una variedad de tecnologías utilizadas para ofrecer la solución, los monederos electrónicos se presentan en muchas formas y tamaños. Como las tecnologías y los requisitos de los usuarios continuarán evolucionando, lo mejor está por llegar y los operadores de monederos móviles deben estar preparados para evolucionar junto a sus clientes y esforzarse para equipar a los clientes y comerciantes con opciones de pago prácticas y seguras.